Desde la ADF realizamos una serie de entrevistas a les nominades de los «Premios Sur» 2024 de la Academia de las Artes y Ciencias de la Cinematografía Argentina en el rubro «Mejor Dirección de Fotografía».
La segunda de las cuatro entrevistas es a nuestro socio Javier Juliá (ADF) por su trabajo en “Blondi” (2023) (Dir: Dolores Fonzi)
Por Javier Juliá (ADF):
BLONDI, la ópera prima de Dolores Fonzi, es uno de esos proyectos que te atrapan desde la primera lectura del guión. Desde nuestras primeras reuniones, Dolores enfatizó la necesidad de infundir frescura y vitalidad en la película, reflejando la esencia misma de sus personajes. Nos animó a experimentar sin miedo, a dejarnos llevar por ideas inusuales, incluso aquellas más absurdas o audaces. El objetivo era jugar con la luz, la cámara y el color para crear una atmósfera que capturara el estilo de vida desenfadado, desprejuiciado y ligeramente caótico de los personajes.
Nuestras referencias visuales iniciales fueron amplias y diversas, compiladas por Dolores y la directora de arte, Mica Saeigh. Estas provenían de diversas fuentes, incluyendo Instagram, internet, y trabajos de fotógrafos y cineastas. Entre las referencias específicas se destacaban películas como The Florida Project y Y Tu Mamá También, así como el trabajo del fotógrafo Alex Webb, conocido por su maestría en capturar la complejidad urbana y el color.
Optamos por el formato 2.35:1 el cual me gusta mucho ya que creo que aporta una dimensión visual que permite enriquecer el encuadre con detalles, además de enfocarse en los personajes. Probamos diversos lentes, cámaras y formatos, y finalmente la combinación de los lentes Hawk C con la Sony Venice fue la que mejor resonó con la visión que queríamos lograr. Estos lentes capturan la realidad con una ligera deformación, aportando una extrañeza que, en mi opinión, añade una cualidad casi onírica y que sentíamos alineada con el estado de nuestros personajes.
La secuencia de apertura fue concebida para generar un aire de misterio, mientras anticipaba algunos de los temas que la película exploraría más adelante. En esta escena, Blondi duerme junto a su hijo en un entorno donde juventud, adultez y diversión coexisten sin inhibiciones. Para ello, diseñamos un plano secuencia que lentamente revelara los aspectos cotidianos de esta casa. Imaginamos una toma en la que madre e hijo duermen invertidos en la cama, subvirtiendo las normas desde el primer momento, y que, a través de un lento despertar, se mostraran detalles de su vida diaria.
Para lograr esta toma, utilicé un cabezal Ronin montado en una cámara Sony Venice en modo Rialto, con un lente Hawk C de 35mm, en una posición supina que permitía capturar a los personajes de manera sugerente. Diseñamos un rig personalizado que consistía en un slider montado en barracudas fijadas a las paredes, permitiendo que la cámara se deslizara lateralmente mientras yo la operaba remotamente desde otra habitación, rotándola y siguiendo a los personajes. Juan Lima se encargó de mover el Ronin, que estaba anclado al slider con un perno que, al llegar al extremo, se desmontaba para permitir que la cámara siguiera al personaje mientras se levantaba, cambiaba y salía de la casa. La iluminación de esta toma, filmada al atardecer para simular la luz de la mañana, consistió en unos HMI M40 rebotados en planchas de 2×1 de Rosco Silver Soft, montadas en booms desde la terraza y que se proyectaban a través de las ventanas. Complementamos con un Kino Select 30 dentro de la habitación de Blondi, reforzando la luz de la ventana, además de otros pequeños ajustes de luz en el área donde ella se viste. Ajusté el diafragma según las diferentes zonas de la casa, una técnica que me permite simplificar la puesta y que me resulta orgánica y natural.
Un aspecto fundamental de la vida de los personajes es su amor por las fiestas y la música, un tema central en la película. Para la fiesta en la casa de Blondi, decidí utilizar una semiesfera de luces comprada en internet, subrayando el carácter casero del evento. Durante las pruebas de luz y vestuario, experimentamos con tubos de «luz negra» (luces ultravioleta que resaltan la fluorescencia de ciertos materiales), que originalmente quería usar solo en algunos sectores del recital punk. Sin embargo, Dolores quedó fascinada con el efecto y decidió que utilizáramos esta iluminación en todo el evento. Optamos por luces negras LED por su mayor eficiencia y versatilidad, ubicándolas en diferentes áreas del boliche, especialmente sobre el grupo musical. La colaboración con los equipos de Arte, Vestuario y Maquillaje intensificó el carácter surrealista de la fiesta, con utilería, vestuario y maquillaje cuidadosamente seleccionados para realzar la experiencia visual.
La corrección de color fue un componente crucial en la estética visual de BLONDI. Siempre considero fundamental integrar al colorista desde la preproducción, y en este caso, tuve la suerte de trabajar nuevamente con Luisa Cavanagh de Quantas, con quien ya he colaborado en varias películas y con quien me siento muy acompañado y protegido por alguien que me conoce y en quien confío plenamente. Desde las primeras pruebas, comenzamos a experimentar con diferentes matices de color, buscando una paleta vibrante que aportara frescura y vitalidad al film. Nuestro objetivo era que los colores se fundieran de manera orgánica, sin una idea preconcebida, jugando con la paleta para acentuar la energía juvenil de la película.
Finalmente, quiero destacar el trabajo de Dolores en su triple rol de Directora, Protagonista y Guionista. Aunque podría parecer una tarea abrumadora, su pasión y energía hicieron que la dinámica en el set fuera fluida y natural. Siempre estuvo presente en todos los aspectos del rodaje, tanto delante como detrás de la cámara y esa dedicación se reflejó en el equipo, conformado en su mayoría por amigos que ya habíamos trabajado juntos anteriormente. El resultado fue un rodaje divertido y colaborativo, donde todos trabajamos en conjunto para cubrir cualquier necesidad que surgiera.
Agosto de 2024.