Una vez más Vilmos Zsigmond (ASC) habla de nuestra profesión, del constante cambio de tecnología, y nos ofrece una lúcida reflexión sobre el lugar que debemos ocupar en la producción de imágenes.


Nota extraída del Newsletter del Global Cinematography Institute.

Zsigmond 

La dirección de fotografía está cambiando. Por Vilmos Zsigmond, ASC

Ahora todos somos DF’s. Con cualquier cámara que podamos afrontar, desde una Alexa, Red, Sony o Go Pro hasta un Iphone, estamos produciendo innumerable cantidad de imágenes.

Y sin embargo: es este un gran momento de la dirección de fotografía?

Es una buena pregunta. La reciente defunción de Kodak no es sólo una cuestión de índole económica o técnica; también es una trama sociocultural que cambia. La facilidad con la que se pueden producir imágenes digitales lleva a la errónea conclusión de que una imagen no es más que el simple registro de la realidad. De hecho, la riqueza cultural en la experiencia de las generaciones anteriores de DF´s, fotógrafos, artistas gráficos y plásticos debería ser entendida (considerada) como partes de cualquier representación visual.

Los DF’s son contratados por su gusto, y éste es cultivado a través de sus experiencias de vida y por su conocimiento e interpretación del cine, la música, el arte, la literatura, la fotografía… todo contribuye a crear un punto de vista único y personal.

Cuando entramos en la pre-producción de un proyecto, nos valemos de todas estas experiencias para dar forma a la imagen de la película. Siento que por momentos este proceso es desatendido, dejando el aspecto visual como algo pendiente de ser resuelto y definido en la post producción. Por supuesto que no hay nada malo con la manipulación de la imagen en post producción, especialmente cuando con frecuencia es más preciso ajustar una imagen en un tablero de colorimetría antes que en el set. Pero contar con estas poderosas herramientas no puede significar que restrinjamos nuestra Mirada estética de la película hasta entrar en la fase de post producción. Gran parte del aspecto visual de una película es creado a través de la estrecha colaboración entre el director, el DF y el director de arte. Para poner un ejemplo: si el set está pintado de un color erróneo, con mucha saturación, de movida se está dando por perdida la batalla a la hora de alcanzar una corrección de color satisfactoria.

Con la captura digital, e incluso cuando se trabaja con intermedio digital, se vuelve muy sencillo pensar la imagen en los términos más simples: contraste, saturación y lineamientos de color. Pero creo que esto resulta en que con mucha frecuencia nos olvidemos de las texturas y de la definición. El fílmico tiene la textura orgánica del grano, que en el digital sencillamente no existe. No soy un purista del fílmico, pero sí creo que es seguro decir que con el advenimiento de estos avances radicales en lo que a tecnología digital cinematográfica refiere ha aparecido una suerte de homogeinización de la imagen en detrimento del look y la textura. En este contexto es común exponer para lograr un negativo digital uniforme (evitando las altas luces y teniendo detalle en las bajas), pleno de definición, en pos de contar con más herramientas en el proceso de corrección de color y terminar de crear allí el look definitivo de la película. Todos están siguiendo este camino…

La pintura es una gran influencia para mi. Siempre que puedo voy a los museos a ver los clásicos, los Maestros Alemanes, Rembrandt y Georges de la Tour. Ver estas pinturas resulta inspirador. Son cuestiones básicas para quienes hacemos cine, porque de ellos podemos aprender a iluminar. Podemos estudiar los clásicos e intentar usar sus técnicas de iluminación en nuestro trabajo fotográfico. Tengo cantidad de libros de pintura y de fotografía en casa. Cuando hicimos “McCabe and Mrs. Miller”, le mostré un libro de pinturas de Andrew Wyeth a Bob Altman y dije: ¿Qué piensas de estas suaves y difusas imágenes con color pastel? Le gustaron. Entonces llevé el mismo libro al laboratorio, y les expliqué a los coloristas que eso era lo que estábamos buscando. Lo entendieron de inmediato. Siempre ayuda: una imagen vale más que mil palabras. Una imagen puede trasmitir inmediatamente tus sentimientos y sensaciones respecto de algo.

Con la captura digital hemos pasado a tener herramientas completamente diferentes. Cambiando el proceso físico de laboratorio al de las computadoras, creando posibilidades para trabajar la imagen hacia cualquier dirección que se nos ocurra en post. En un momento en el que el fílmico está desapareciendo tan rápido y el digital creciendo tanto en calidad de imagen, se vuelve relevante para los Directores de Fotografía manejar con maestría estas nuevas  herramientas.

“Kickstart Theft” es una película/trailer/cortometraje de siete minutos patrocinado por  Band Pro Film & Digital. Fue dirigida por Frederic Goodich, (ASC) y yo la fotografié. Se estrenó en IBC y CINEC. La historia está basada en el film neorrealista “Ladrón de bicicletas” (1948) de Vittorio de Sica, que fuera rodada en una Arriflex 2C por Carlo Montuori, nosotros usamos una Sony F65 y fue mi primera vez con esta cámara. Y los lentes: Leica Summilux-C primes y un zoom Canon 30-300.

Queríamos trabajar con luz natural todo lo que nos fuera posible. Y gracias a la tecnología digital pudimos exponer bien aún con bajas luces (menos de un foot candle). En momentos en que mi fotómetro ni siquiera marcaba, pudimos grabar seteando la cámara en ISO 800. De todas maneras, la calidad de cámara, la calidad de lentes, para mi es algo secundario. La iluminación y composición son lo más importante, como la mayoría de los Directores de Fotografía saben.

La tecnología es un medio, y como tal ha cambiado, cambia y seguirá cambiando, pero la habilidad de crear imágenes que tengan cualidades artísticas y simbólicas, seguirá siendo la tarea principal de los DF’s.

Hemos enfrentado muchísimos cambios en el mundo de la tecnología. Pero el arte de la iluminación, del movimiento de cámara, del color, tono y composición son las herramientas básicas de nuestra profesión.

¿Cómo manejar las demandas de un tecnología que evoluciona permanentemente sin dejar de atender la cuestión estética de nuestro arte fílmico? Yo sugiero que nos reeduquemos en el campo creativo, para aprender a evaluar nuestro trabajo desde el punto de vista técnico, mientras trabajamos constantemente para elevar los estándares de la narración visual a los niveles más altos posibles.

Traducción: Amparo González Aguilar para ADF