Por Daniel de la Vega, guionista y director:

«Punto Muerto es una película de otro tiempo, que remite al imaginario cultural de nuestra infancia, a películas que vimos hace muchos años. Lo pictórico tiene mucho que ver con la trama, con el concepto y el clima. Los espacios cerrados, la oscuridad, los claroscuros, son protagonistas permanentes de la historia. Surgió por parte de Alejandro Giuliani, el director de fotografía, la idea de hacer la película en blanco y negro; tuvimos algunas resistencias, pero por suerte ganó la idea de hacer una película con una impronta particular, que tuviera una forma propia.»

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“Me parece que es una suerte contar con tanta gente que se entusiasma con este cuento, gente con mucho talento que pone más corazón que presupuesto; son profesionales que no se limitan a su área, sino que se involucran en la historia que se está contando; eso para mí es un valor agregado” – cierra el director.

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En palabras de Alejandro Giuliani (ADF):

“La historia es una especie de cuento de Agatha Christie; se trata de un escritor que escribe una saga, con un inspector como protagonista, que va descubriendo crímenes. La historia me inspiró para hacer una fotografía… digamos literaria. No es una fotografía realista, sino descriptiva: surge a partir de lo que uno lee. Como película de cine negro, nos inspiramos mucho en las películas clásicas, como las de Orson Welles”.

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La historia transcurre en los años 50 y se filma prácticamente toda en un solo decorado, una casona de tres pisos semi abandonada, situada en pleno barrio de San Telmo de la ciudad de Buenos Aires. Hay un único decorado situado en exteriores, un vagón de tren ambientado en los terrenos del Museo del Ferrocarril, en el partido de San Martín, a pocas cuadras de la capital. Hasta allí se trasladó el equipo durante dos días y en total, el rodaje se desarrolló a lo largo de cinco semanas.

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