Algunos aspectos técnicos y estéticos sobre el rodaje y la labor de Diego Poleri (ADF), su director de fotografía.
Un film de Pablo Giorgelli
Pablo Giorgelli obtuvo la Cámara de Oro a la mejor ópera prima de todo el festival por Las Acacias.
Es la primera vez que un director nacional se lleva este premio al «descubrimiento», que se instauró en 1978 y que en ediciones anteriores distinguió a realizadores de la jerarquía de Jim Jarmusch, Jafar Panahi y Naomi Kawase. La Cámara de Oro –que tuvo un jurado especial presidido por el talentoso realizador coreano Bong Joon-ho (The Host, Mother)– resulta consagratoria para este realizador de 44 años, egresado de la primera camada de la Universidad del Cine y de larga trayectoria como montajista y asistente de dirección.
Las Acacias –que ya había ganado el viernes último tres premios en el marco de la sección paralela Semana de la Crítica, que obtuvo excelentes críticas y que fue vendida a mercados como los de Francia y Gran Bretaña- narra con gran rigor, pudor y sensibilidad la relación que se establece durante un viaje de 1500 kilómetros entre un camionero argentino (gran trabajo de Germán de Silva) y una madre soltera de origen paraguayo que carga con una beba de cinco meses. (párrafo extraído de nota publicada en el Diario LA Nacíon, 23 de Mayo 2011).
Los viajes de LAS ACACIAS, algunos comentarios de Diego Poleri (ADF)
La preparación de la película comenzó con un viaje hacia Asunción del Paraguay buscando decorados para la película. La idea era elegir distintos fondos de paisaje, que se verían a través de las ventanillas del camión ya que la película sucede en un 80% dentro de la cabina de un Scania 111, tradicional modelo anaranjado muy visto en rutas argentinas desde los años ochenta. El cálculo en su momento fue que hicimos 4800 Kms en 5 días, buscando y fotografiando paisajes diversos entre Asunción y Bs As. Era fundamental tener en cuenta la orientación de las rutas respecto de la posición del Sol ya que la película sucede en dos días consecutivos y Pablo Giorgelli (Director) siempre planteó una mirada naturalista y realista del relato; era importante que se sienta el tiempo real transcurrido, de la mañana a la noche, los distintos momentos de luz durante el día. Es el tiempo en el que los tres personajes se conocen.
El desafío era respetar esa idea de Pablo de subirse al camión y hacer el viaje real, cerca de los personajes, respetando, los silencios, las pausas y los tiempos de un viaje de este tipo, adaptándolo a un sistema de filmación posible. Junto a Jorge “Coki” Sacristan (Key Grip) y Diego Pascuariello (constructor de barcos y velas devenido en Grip y hasta actor de la película) pensamos en cómo debería ser ese vehículo parecido a un Camara Car pero que nos permita que gran parte del equipo viaje cómodo pudiendo hacer su trabajo en movimiento. Se armó una plataforma de seis metros en donde se incluyó una réplica de la cabina del camión, sin la trompa. Delante de eso una estructura para colgar luces y tamizadores y más allá unas butacas techadas para que viaje parte del equipo frente a un Monitor. La cámara iba por fuera de la cabina en una plataforma que se cambiaba de lado para los diversos planos, teniendo en cuenta no superar el ancho de las rutas Nacionales y Provinciales que transitaríamos. El planteo era poder operar la cámara (y no fijarla mediante un grip) para tener libertad en los movimientos, sobre todo pensando en que una de las actrices era la gran pequeña Naira de 5 meses de edad y había que estar atentos al momento en que “actuaba” de acuerdo al guión. Montamos un monitor para el Director y equipo y otro para Mauricio Heredia (Foquista). Tuvimos que cambiar los vidrios del camión (que iban cerrados a pedido del oído de Litmanovich) por unos sin dominante de color (sin el componente de hierro, creo recordar, que tienen los vidrios de los autos). Por esto fue fundamental un sistema de monitoreo de Sonido para que varios podamos ir escuchando la escena y Pablo pueda comunicarse con los actores dentro de la cabina y entre nosotros. Con Diego Robaldo (Operador Video) viajábamos en la plataforma junto a la cámara.
En cuanto a la Iluminación el desafío era hacer convivir la luz ambiente con la del interior del camión, de manera también naturalista, adaptándonos a los cambios de horario del día y a las situaciones de noche. Montamos luces HMI para las escenas día y trabajamos con marcos de difusión para hacer una luz suave que sirva como base para la escena. La premisa era poder usar el Sol directo que por momentos (primeras y últimas horas del día) entra en la cabina. Mediante rejas y marcos de ND, junto a Martin Poleri (Gaffer), variábamos la intensidad de las fuentes de acuerdo a la luz del fondo. Para la noche decidimos que la única iluminación dentro de la cabina fuera la de los vehículos que venían de frente y montamos varios faroles rebotados a espejos que mediante dimmers y movimientos simulaban ese efecto, además de una luz base, en clave muy baja, al igual que los fondos por donde pasa el camión.
Transcripción de entrevista a Pablo Giorgelli, director de Las Acacias, por Jean Christophe Berjon, Director Artistico de la Semana de la Crítica , Cannes.
¿Cuáles fueron tus primeras experiencias en el cine?
Yo las asocio con mi adolescencia y con mi padre. Cuando empecé el secundario fui a un Colegio en el centro de la ciudad, muy cerca de “la calle de los cines” y me escapaba seguido de las clases (especialmente de Latín y Matemática) y me iba al cine. Ahí vi de todo : Bruce Lee, Mefisto, Rumble Fish. Por esa época, le dije a mi padre que quería ser director de cine y para mi sorpresa me dijo: “entonces tenés que ver esta película, es la mejor de la historia del cine” y me mandó a ver “El Ciudadano” a un viejo Cine Club con copias en super 8mm y 16mm. No sé si me gustó la película esa vez pero me quedé intranquilo, conmovido por ese hombre solo, atormentado. Luego, durante años, los sábados por la tarde veía películas con mi padre, por TV, en un ciclo de “clásicos en español”, horribles versiones dobladas de películas geniales. Asi descubrí filmes como Sunset Boulevard, el Séptimo Sello, Vacanze Romane, La Strada, los 400 Golpes, Gunga Din y Hitchcock. Fue en esta época que comencé a enamorarme de las películas.
¿De qué se trataban tus primeros trabajos?
Siempre me sentí director, instintivamente. Aun cuando hacíamos ejercicios en la Universidad o cuando trabajaba en filmes de otros, en otros roles, casi sin darme cuenta, me iba corriendo de a poco y apropiando hasta donde podía de la película en cuestión. Mis primeros trabajos fueron cortos y luego documentales. En el año 92 hice un corto en la Universidad, en 16mm que se llamó “Ultimo Sueño”, un delirio inentendible que era más forma que contenido, en el cual me regodeaba principalmente con las cuestiones técnicas. Creo que aún no tenía mucho para decir. Luego hice varios documentales. Me mucho gusta uno que hice sobre un famoso boxeador argentino: Carlos Monzón. Por ese entonces comencé a escribir mi primer guión de largometraje, Monoblock, que siempre pensé sería mi ópera prima. Ese guión sigue vivo y pienso que podría ser mi próxima película aunque ahora haya cambiado de nombre, y se llame “Mi abuela Julia”
Como fue el trabajo con los actores?
Al comienzo hice casting de camioneros reales, durante más de un año. Pero el hecho de que no sean actores me limitaba a la hora de lograr ciertas escenas . Cuando apareció German de Silva, un actor increíble, con gran experiencia en teatro, rápidamente sentí que era él. Le pedí solamente que cuente algo de su familia, lo que él quiera y me conmovió escucharlo. Eso fue suficiente para mí.
En el caso de Jacinta, hice casting en Asunción del Paraguay durante casi dos años . Actrices y no actrices, distintas mujeres que íbamos contactando.
Hebe Duarte fue de las primeras en aparecer pero de un modo insospechado: trabajaba como ayudante de producción de la encargada del casting. Sus antecedentes dicen que no es actriz, y efectivamente trabaja de otra cosa. Pero para ser exactos yo diría “no es actriz profesional” porque cuando hicimos las primeras pruebas enseguida pensé: Sí es actriz, tiene el instinto. Entendió a Jacinta perfectamente y cuando por primera vez se juntó con Nayra, la beba, la cosa surgió sola, se percibía en el aire y para mí se definió ahí mismo. Aun hoy, viendo la película, me parece increíble que no sean madre e hija en la vida real. Y Nayra, la beba, bueno… es un milagro! Es ella con su presencia…solo tuve que tener paciencia y retratarla.
Las Acacias
Elenco
Germán de Silva Rubén
Hebe Duarte Jacinta
Nayra Calle Mamani Anahí
Producido por
Airecine, Utópica Cine & Proyecto Experience (Argentina)
Co-producido por
Armónika Entertainment (España)
Tarea Fina, Hibou Producciones y Travesía Producciones (Argentina)
Productores ejecutivos
Verónica Cura y Ariel Rotter
Productores
Ariel Rotter, Verónica Cura, Alex Zito, Pablo Giorgelli
Co-productores
Eduardo Carneros, Javier y Esteban Ibarretxe
Dirección
Pablo Giorgelli
Dirección de Producción
Juan Pablo Miller
Guión
Pablo Giorgelli y Salvador Roselli
Asistente de dirección
Mariano Biasín
Dirección de fotografía
Diego Poleri (ADF)
Montaje
María Astrauskas
Dirección de sonido
Martín Litmanovich
Dirección de arte
Yamila Fontán
Vestuario
Violeta Gauvry, Laura Donari