El 21 de abril pasado estabamos en Bariloche con un equipo de Landia haciendo scouting técnico para comenzar a grabar al dia siguiente un comercial de jugos Tang dirigido por Lucas Shannon.
Ya no habia ningún margen para corregir o agregar nada de lo que habiamos llevado desde Buenos Aires. A la hora de hacer el pedido la charla con Diego Dutil, el line producer, habia sido bastante breve: en seguida entendí que más que “pedir” debia “administrar” el poco espacio que habia en un solo camión para llevar algunas cosas, generadores portatiles incluidos (por suerte existen ya los HMI M40 de ARRI que tienen un rendimiento excelente con un generador de 6kw!!)
- Scouting tecnico Bariloche dia previo a la erupción.
En Bariloche el pronóstico del tiempo era excelente y los solcitos del Sun Seeker se desplegaban generosos por sobre el horizonte, para ese día y para los que le seguían…
Por la tarde, al regresar del scouting, estaba previsto encontrarnos con el numeroso equipo técnico local que se sumaria en todas las areas. Una banda de montañistas de ambos sexos con caras curtidas por el clima que seguian atentamente las explicaciones de Mati Boldt, el asistente de dirección, del plan de rodaje a seguir en los dos dias siguientes, ya en tiempo de decuento de un dia de scouting agotador (destaco entre los locales a Jean Studler, un asistente de cámara/cameraman para recomendar, y tambien al Gringo y su gente como reflectoristas de Pelu, el gaffer místico, autor de algunas de las fotos que ilustran esta nota).
Casi al terminar esa reunión el rostro de Carlitos Piacentini, el jefe de locaciones, empezó a demudar lentamente. Con su voz tranquila dejó caer lo que los que estábamos cerca de él entendiamos como una broma. Pero insistió que era en serio: un amigo le habia advertido por wassap que acababa de estallar un volcan a 100 km de alli y que la nube de cenizas avanzaba sobre Bariloche y aledaños. Enseguida fue prender la tele y ver el noticiero catástrofe. Pero esta vez no les pasaba a “los que estaban allá en Bariloche”.. Esta vez la nube venia sobre nosotros !!
Lo primero que hice fue salir a la calle y comprobar que era muy cierto lo de la nube que se nos venia encima. Lo siguiente fue salir a buscar barbijos, expedicion que emprendimos con Chiqui Turdera, Leandro Pairetti y Ana Karenina, además de la gente de producción que trataba de salvar como pudieran la escasez que tenían ya las farmacias al respecto.
En el hotel Diego Dutil caminaba por las paredes, dudando y debatiendo qué hacer con toda la movida que ya estaba lanzada. Las clases en los colegios se habian suspendido hasta nuevo aviso y las autoridades recomendaban quedarse encerrados en las casas. De nuestro lado, por supuesto, acostumbrados a ir contra todo y pasar por encima de todo sin siquiera darnos cuenta, las preocupaciones no eran tan existenciales sino más bien acerca de la estética que tendría la película. La agencia y el cliente estaban preocupados de que lo que estaban pagando no fuera lo que las cenizas se llevó…Lucas, el director, estaba expectante. Parecía tratar de incorporar la máxima de Bruce Lee que otra productora de Landia nos dijo una vez: be water my friend.
A efectos cinematográficos el riesgo mayor era que al dia siguiente no se viera nada a un metro de distancia. La duda era si la fotografia iba a ser por lo menos rara, o como gustan decir los publicitarios, “memorable”.
La producción, motorizada por Ludmila y sus muchachas, ya tenia resuelto el tema barbijos para todos. Estaba anocheciendo y se decidió que saldríamos, al menos a intentarlo.
A medida que pasaban las horas las cenizas empezaron a caer sobre la ciudad como si fuera una de Carpenter. Y a la madrugada, cuando salimos para rodaje, ya estabamos envueltos en una nube que hacia arder los ojos. La visibilidad era limitadisima. En ese monento me puse el barbijo y me lo saque tres dias más tarde. Al rato llegaron tambien antiparras porque en las primeras horas el ardor en los ojos era bastante molesto…
Tuvimos que cambiar sobre la marcha algunas locaciones, porque Gendarmeria habia cerrado algunas rutas de acceso por considerarlas pasos peligrosos, ahora envueltos en la nube de cenizas volcánicas.
Teníamos a nuestro favor la ventaja de estar contando un “ cuento infantil”, por lo que la estética de “ telones pintados” -ya que finalmente a eso se parecian ahora los fondos nublados que el dia anterior habiamos visto infinitamente diafanos- no era algo que desentonara.
La cámara estaba muy bien cubierta de plasticos y tambien hubo muchisimo cuidado en el cerramiento del vehiculo donde se descargaba material a los discos.
Asi pasaron dos dias de rodaje en un clima de equipo excelente, con muy buena relación con los locales, aunados todos por un entusiasmo especial a la hora de sacar adelante un trabajo en circunstancias extraordinarias. Anonadados ante la transformación de un paisaje paradisíaco, en el cual uno tiene siempre la expectativa de hacer una fotografía a lo «Storaro» -por más que lleve solo un par de faroles- y qué al concluir podiamos estar orgullosos de haber conseguido, al menos, una fotografía del estilo Esto-es-raro, que completaba el trabajo ya avanzado de Sebastian Beretta, el director de arte, de Connie Balduzzi, la vestuarista, de Carlos Piacentini y Natalia Cano en locaciones y casting locales, dirigidos todos por la tenacidad/flexibilidad zen de Lucas a la hora de sostener aquello que se podia sostener y de cambiar aquello que debiamos cambiar.
Los vuelos tambien habian sido suspendidos hasta nuevo aviso por lo que, terminado el trabajo, la única opción era volver a Buenos Aires en micro. Por orden del gobierno provincial las empresas habían sacado de depósito todo engendro que tuviera cuatro ruedas para transportar gente en la emergencia. Y a nosotros nos tocó uno que, al poco rato de salir de Bariloche, se reveló como la nave nodriza donde anidaban miles de cucarachas que empezaron a pasearse impunemente por todas partes, incluidas las bandejitas de sandwiches. El excelente clima que habia reinado en el rodaje continuó arriba del micro, pese a este nuevo y repugnante incidente, y en una oportuna parada técnica en la ciudad de Neuquen se limpió y desinfectó lo más que se pudo…
Luego continuamos nuestro largo viaje de regreso a casa, disfrutando la película Interestelar, en la que un astronauta de la NASA atraviesa agujeros negros de ida y vuelta, mientras nosotros desandábamos nuestro viaje interprovincial, escapando de un volcán en llamas y acompañados por la única especie que dicen resistiria una hecatombe nuclear.
Gracias Bruce !!
Jose Luis Garcia (ADF)
