Por Rogelio Chomnalez (ADF)

La gran novedad de éste año son las habladurías constantes acerca de una película argentina de 14 horas de duración en competencia internacional, proyectada en 3 días seguidos de más o menos 5 horas, cada uno con intervalos y 40  minutos de títulos finales: La Flor de Mariano Llinás, con dirección de fotografía de Agustín Mendilaharzu, que finalmente se llevó el premio mayor y también el de mejor actriz, repartido en sus cuatro protagonistas.

 Imagen extraída de La Flor, Mariano Llinás

De nuestra parte, como jurado a la mejor fotografía, quién les habla junto a Victoria Panero (ADF) y Carla Stella (ADF), otorgamos nuestro trofeo al otro film argentino en competencia internacional: Paisaje de Jimena Blanco, con dirección de fotografía Iván Gierasinchuk (ADF); film pequeño, como es costumbre en éstos tiempos en los circuitos independientes pero de sólida estructura y actuación, plantea una ficción en estilo documental, dónde la imagen de Iván reafirma en forma inteligente ésa búsqueda. Jimena Blanco fue productora ejecutiva anteriormente de otro film en donde se destaco también el clima fotográfico creado por Iván: Eva no duerme de Pablo Aguero, que tuve suerte de ver y votar en la edición número 30 del Festival de Mar del Plata (2015) siendo jurado en esa ocasión junto a Hugo Colace y Marcelo Iaccarino.

Paisaje, de Jimena Blanco

El resto entre los 16 films de competencia, como todos los años películas buenas y no tanto; al ser muchas óperas prima, trasciende su manejo de «director primerizo». El film que mas me gustó fue Una mujer horrible, dinamarquesa de Christian Tafcrup (director de fotografía Joshua Beckford) obtuvo el premio como mejor actuación masculina, trofeo que retiró la protagonista femenina, invitada al festival.

De izquierda a derecha: Carla Stella (ADF), Victoria Panero (ADF) y Rogelio Chomnalez (ADF)
Para cerrar esta breve nota, y motivado por el film de Llinás, que se jacta de ser el más largo de la historia del cine argentino, se me ocurrió investigar cuál es la película mundial de mayor duración: The cure for insomnia, norteamericana de John Henry Timmis IV en 1986. Dura 5.220 minutos (87 horas), o sea 3 días y 15 horas y sólo se ha proyectado de un tirón el día de su estreno en un cine en Chicago. En el extremo opuesto encontramos la más corta: The man, indú, director Sathar Adhoor de 10 segundos de duración. Y cómo una búsqueda encadena con otra, me atrevería a afirmar que los argentinos tenemos en nuestro haber mundial el film con el título más extenso, de Leonardo FavioEste es el romance del Aniceto y la Francisca, de cómo quedó trunco, comenzó la tristeza y unas pocas cosas más , con dirección de fotografía de Bubi Stagnaro; anécdotas que desencadena año tras año el BAFICI, con sus calidades extremas, al que yo denomino “Festival Bipolar”